El Picón de Jérez es una cima situada en la parte noreste de Sierra Nevada, con una altitud de 3.090 msnm.
Tras la llegada del nuevo año y las buenas sensaciones de las salidas anteriores, decidimos preparar una bonita ruta invernal. Con un ajustado presupuesto y una preparación de última hora, no hay nada que nos quite las ganas de juntarnos y hacer los que nos gusta, disfrutar de la montaña en compañía de tus amigos.
En esta ocasión, el grupo que afrontó el reto de la ascensión, estaba formado por Luis, Josele, Samu, Juanito y un nuevo fichaje de ultima hora, Carlitos; También contamos con la presencia de Jesús que por motivos de salud no participó en la ascensión pero si en la celebración. Ahhh!! y también con CANELA, una experta de senderos.
El 23 de Enero llegamos a Jerez del Marquesado, donde pasaríamos el fin de semana. Nada mas entrar al pueblo, los recibe una gran nevada y un imponente frío, que nos hace presagiar en que consistirá la ruta que tenemos preparada.
Durante una magnífica cena de bienvenida, comentamos como afrontar la ascensión, ya que según nuestros cálculos, nos encontraríamos con mas de un metro de nieve. Tras un buen rato de especular acerca del estado de la nieve, la cual nos condicionaría la zona por la que afrontar la ascensión, decidimos verlo in situ.
Nos levantamos pronto, puesto que nuestra idea era empezar la ruta en el refugio Postero Alto con las primeras luces del día, pero había que ir con tiempo suficiente, ya que no sabíamos en que estado estaría la pista de acceso ni si sería transitable con coche.
Al coger la pista que nos llevaría al refugio nos dimos cuenta que quizás el llegar no seria tan fácil, aunque íbamos en el Jeep, había mucha nieve y no teníamos cadenas pero poco a poco y con prudencia seguimos, hasta llegar al cortafuegos que ya asciende hasta el refugio, donde encontramos varios coches aparcados y uno de ellos era un todoterreno con cadenas...... pero hacia mucho frío (-9ºC) y desde la pista el refugio había un buena caminata, así que tras sopesar los pros y los contra se decidió seguir e intentar la subida sin cadenas.
Sorprendentemente, el coche respondió bien, gracias en parte al gran pilotaje de Juanito, el cual, horas después reconoció que pasó un mal rato,(cosa que ya sabíamos porque no habló ni parpadeo en todo el rato).
Pero a 1.5 Km del refugio el coche no podía más y se quedo atascado en la nieve, aparcamos fuera del camino y nos pusimos las mochilas encima. El frío era terrible, aun era de noche y mientras buscábamos los frontales y gorros, las manos se congelaban del frío.
Tras la llegada de los primeros rayos de sol, llegamos al refugio y nos tomamos algo caliente y aprovechamos para hablar con el gerente, que nos aconsejo que nos olvidáramos del barranco y que subiéramos por la loma de en medio.
Con las ideas más o menos claras, y las pilas cargadas comenzamos a movernos. El día pinta espléndido, sin nubes, sin viento....todo parece irnos de cara pero, nada mas lejos.
Las copiosas nevadas de los días anteriores, habían borrado cualquier huella de paso anterior, con lo que nos enfrentábamos a zonas con mas de 1 metro de nieve polvo. Y sin raquetas.
No se porqué razón descartamos la opción de traer las raquetas, quizás pensábamos que no había tanta nieve o quizás que estaría mas dura....
Nuestra cara de felicidad durante los primeros kilómetros, fue cambiando a medida que mirábamos el reloj. Las horas pasaban y no avanzábamos. El ritmo era lento y agotador, teniendo que abrir huella sobre 1 metro de nieve constantemente, las horas pasaban pero la distancia recorrida no aumentaba como debiera.
Juan semienterrado al salirse de la huella abierta.
Poco a poco íbamos quedando más y más expuestos, el viento gélido empezaba a correr con fuerza, y nos azotó en un momento duro de cansancio, casi llegando a la piedra de los ladrones.
En ese momento, mirando la hora y siendo realistas, descartamos la opción de hacer cima, nos quedaban muchos kilometros por recorrer y nuestro ritmo no mejoraba.
En el momento en el que contabilizamos una sensación térmica de -25ºC, Samu y Luis decidieron darse la vuelta, volver al refugio y pensar en otra visita en la que el tiempo y el estado de la montaña nos acompañaran en mejor medida para afrontar la llegada a la cumbre.
Sin embargo, Josele, Juan y Carlitos, por alguna extraña razón decidimos continuar. Sin saber realmente donde íbamos, puesto que la cumbre era inalcanzable; seguramente nos quedaban algunos gramos de energía que quisimos dejar ahí, en la montaña, en tierra de nadie.
Levantamos la vista y nos encontramos ante un paisaje sin igual. El viento soplando fuerte, levantando ventisca, una absoluta soledad en medio de la nada. Llegamos a duras penas a la piedra de los ladrones, por ponerle un fin a una alocada ascensión, donde admiramos unos minutos el espectáculo que nos rodeaba.
Tras perder el poco calor corporal que nos quedaba, y cuando la sensación de frío nos hizo espabilar, decidimos dar la vuelta, con una sensación fea, mala, de desilusión ante nuestro primer fracaso. Quizás lo lógico hubiera sido posponer la ruta, pero lo teníamos todo planeado y unas enormes ganas....
La vuelta fue dura. Muy dura, mejor dicho. El refugio de Postero Alto en el horizonte nunca se acercaba, y tras varias horas de infernal bajada, con caidas, resbalones y algún que otro susto en las rodillas, pusimos fin a la aventura. Que en ese momento nos dejó mal sabor de boca, pero que no pudo empañar la enorme sensación de disfrutar de la montaña en compañia de tus amigos, tus hermanos, tu familia.
Recompusimos fuerzas para despedir un bonito domingo de comilona y paseo. Con las pilas cargadas prometemos terminar este post inacabado con esta misma foto, pero en la cumbre!!!!
Foto de Familia
VIDEO:
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