El Mulhacén, con una altitud de 3.478,6 msnm, es el pico más alto de la Península Ibérica, y el segundo más alto de España tras el Teide. El Mulhacén forma parte del Parque Nacional de Sierra Nevada (Granada).
Otro fin de semana de aventura, de la mano de Toposierra. Esta vez contamos con la participación de Josele, Jesús, Juan y Joaquín, el resto no pudo asistir por motivos de trabajo.
Llevábamos tiempo queriendo hacer esta ruta, y tras una larga espera, el 12 de septiembre, ponemos rumbo a Vélez Rubio, como siempre, para cenar y hacer noche en nuestro centro de operaciones.
Ahí decidimos que la ascensión la realizaríamos desde Trevélez.
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| Centro de Operaciones |
Madrugamos bastante, tomamos café sobre las 6 de la mañana para poner rumbo a Trevélez.
La improvisación es nuestra bandera, asíque sobre la marcha decidimos llegar a Trevélez por Granada en vez de por Guadíx. Quizás tardamos más, no lo sé, el caso es que esa fue nuestra decisión.
Llegamos a Trevélez Sobre las 11 de la mañana, y tras un almuerzo de categoría, decidimos empezar a movernos sobre las 11:45 (una hora buenísima para empezar a andar...).
Tras unos primeros kilómetros mortales, con mucha pendiente, que se hacen duros por el calor que ya empezaba a picar y el cuerpo que empieza a activarse, descansamos un instante en unos de los miradores que nos encontramos en la subida, y seguimos por el sendero, bien marcado y definido durante todo el trayecto. Hay que cruzar algunas vallas, las cuales debemos asegurarnos que queden bien cerradas una vez nos adentremos en ellas, supongo que con el fin de que no se escapen los animales que viven dentro del parque natural.
Tras unas 2 horas y media aproximadamente, llegamos al refugio de La Campiñuela, con un techo restaurado recientemente y que tiene muy buena pinta. Nos sorprende que haya un refugio tan abajo, y por lo cual, no le hacemos mucho caso y proseguimos nuestra marcha.
A partir de aquí, el paisaje comienza a tener algunos matices verdes; algún riachuelo y pequeñas lagunas nos cruzamos en el camino. Los pastos, las boñigas y los cencerros nos indican que las vacas andan cerca! Un sonido que en pocos momentos saldrá de nuestras cabezas.
Proseguimos la marcha en dirección a Siete Lagunas, tras varios breves descansos, y después de atravesar las duras y técnicas chorreras, llegamos a Siete Lagunas. Aquí todo es distinto, mucha agua, mucho pasto, mucho frío.... Llevábamos sobre 5 horas de pateo y decidimos parar a comer algo.
Durante la comida, nos planteamos que hacer, si intentar hacer cumbre antes de que oscureciera, irnos en dirección al refugio de "la caldera"....
Nos dejamos las tiendas en el coche así que no podíamos dormir al raso....aunque en Siete Lagunas se puede acampar perfectamente y es un sitio precioso.
Para llegar al refugio de la caldera teníamos que empezar la ascensión por la cuerda que lleva a la cima, así que no nos lo pensamos mucho y decidimos hacer cima a pesar que el tiempo se nos echaba encima. Allí conversamos con un montón de gente que había hecho cima, les preguntamos que como estaba el refugio y su respuesta fue: ¿el refugio? Está a FULL!!! no coge ni un alma!!
Malas noticias, nosotros éramos 4.... ¿que hacemos? ¿Donde dormimos? ¡Va a empezar a oscurecer y estamos aquí en la cumbre tan tranquilos! Con un frío del carajo, y evidentes signos de cansancio tras mas de 7 horas de pateo, comenzamos a bajar, dirección Siete Lagunas, allí decidiríamos que hacer, pero había que bajar de la cumbre ya.
Llegamos a Siete Lagunas de noche completamente, nos planteamos dormir al raso, pero hacía demasiado frío y realmente, era una locura. Así que cogemos nuestras linternas, frontales, pilas en los bolsillos, y nos tiramos chorrera abajo, desandando lo ya andado. Queríamos llegar a aquel refugio que vimos al principio, el de La Campiñuela, y que no le hicimos mucho caso, pero que al final nos salvaría del apuro.
Con mas pena que gloria, sobre las 12 de la noche llegamos, el refugio pa´ nosotros solos y con mas hambre que un perrillo pequeño, empezamos a preparar la tan ansiada cena. Nuestro gran amigo Jesús decidió que después de un pateo de mas de 12 horas nos merecíamos una buena botella de vino, que llevaba en la mochila para la ocasión, sacamos nuestro hornillo, preparamos unos espaguetis que quitaban el sentío, nuestro vinillo pal pecho y alguna cosa mas hicieron que nos marcamos una cena de olé! Bueno a dormir que mañana sería otro día.
Amanecimos tarde, sobre las 9, recogemos, desayunamos y deseando llegar a Trevélez de nuevo.
Sobre medio día estábamos en el coche de vuelta, descargamos y buscamos un buen bar que diera de comer a 4 fieras hambrientas!!
Así concluye nuestra ascensión al techo de la Península; una ruta sin nieve, pero dura por el desnivel acumulado y por las horas de ascensión, pero completamente recomendable. La próxima será con nieve.....¿Aguantaremos?
DATOS TÉCNICOS:
Track de la ruta:
http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=7797297
OBSERVACIONES:
Mantened el entorno tal y como lo encontrásteis, es decir, limpio y libre de residuos.
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