domingo, 25 de marzo de 2018

Minas de Berja y lavaderos en Castala (Berja) PR-A 336

En esta ocasión en el equipo de Toposierra hemos llevado a cabo una ruta de montaña que transcurre en su mayoría por el sendero PR-A 336, que se encuentra en el término municipal de Berja, en la provincia de Almería. 

Esta ruta la realizamos para poder visitar las distintas minas que existen en la zona y que datan de la época en la cual se extraía plomo y otros minerales en la Sierra de Gador, en torno al año 1958 y finales de 1970.

La ruta es de recorrido circular discurriendo por los tajos más occidentales de la Sierra de Gádor. Se inicia y finaliza en el Parque Periurbano de Castala, al norte del término municipal de Berja, junto al pequeño aparcamiento para coches que constituye el punto de inicio y reunión de varios senderos homologados (PR-A 336 Minas de Berja, PR-A 337 Los Lavaderos, PR-A 145 Castala a Cortijo Clavero). 


"Cartel de inicio con mapa de senderos"


A continuación os dejamos los datos técnicos del track que grabamos, así como, el enlace a nuestro "Wikiloc" donde podéis ver con detalle el mapa, todas las fotos, y sobre todo, descargar el track para vuestro GPS.

Enlace a wikiloc: Ruta Toposierra en Castala - Lavaderos El Segundo

Riesgos de la ruta:
- Perros sueltos.
- Pozos sin protección.


*** DATOS TÉCNICOS DEL TRACK*** 

Hora Inicio: 03/18/2018 10:42 

Hora Fin: 03/18/2018 16:55 

Distancia recorrida: 13,1km (06:13 horas) 
Tiempo en movimiento: 03:09 
Velocidad media: 2,11 km/h 
Vel. en Mov.: 4,12 km/h 
Velocidad Máxima: 6,05 km/h 
Altura Mínima: 754 m 
Altura Máxima: 1333 m 
Velocidad Ascenso: 262,7 m/h 
Velocidad Descenso: -268,8 m/h 
Ganancia Altitud: 807 m 
Pérdida Altitud: -806 m 
Tiempo Ascenso: 03:04 
Tiempo Descenso: 02:59


"Perfil longitudinal de la ruta"


La mañana del domingo 18 de marzo del año 2018, en torno a las 10:45 iniciamos la ruta, con pronóstico de lluvia. Comenzamos en el sendero PR-A 336 “Minas de Berja” con la idea de abandonarlo en la escombrera alta, para realizar una aproximación hasta los lavaderos del Segundo, para después retomar el mencionado sendero.

Esa era la idea inicial, pero como ya sabemos, en el monte pueden surgir inconvenientes y eso fue lo que ocurrió por lo que solo seguimos el trazado de la PR-A 336 hasta la escombrera de grava donde tuvimos que desviarnos y volver al punto final de la ruta por una vía alternativa, pero que mereció la pena.

La ruta es constantemente un ascenso prolongado hasta que se llega al punto más alto, situado en los Lavaderos, punto en el cual se inicia el descenso. Estos se encuentran a 1313 msnm, pero debido al desvío que realizamos en ese punto alcanzamos una cota de 1333 msnm muy cerca de los Lavaderos.

Comenzando la ruta esta se inicia en ascenso y por umbría, sobre la Rambla de Julvina. Se toma altura enseguida y el ánimo se espabila ante las estupendas vistas sobre Berja que va quedando a nuestra espalda. Se comienzan a ver los plásticos de los invernaderos y el Llano de Vilches. 

Al fondo en la parte alta de la sierra que tenemos en frente de nosotros, es una constante Murtas (1170), al pie del Cerrajón. 

Este primer tramo nos permitirá descubrir los restos mineros más importantes de la zona, los cuales se recomienda admirar desde la distancia. 

El primer complejo que encontramos corresponde a la Mina “El Azogue”. Son un par de ruinas con un pozo vertical muy profundo. No se alcanza a ver el fondo, como el resto de ellos. 
"Cartel indicador"
Para visitarlo hay que abandonar el camino por un fuerte cuestarrón de unos treinta metros. Hay que extremar la precaución en toda la ruta y evitar cualquier imprudencia por la exposición directa que hay al riesgo de muerte en muchos puntos. Este primer agujero impone. Nos sobrecogió el escenario, ya que, no existe ningún tipo de protección, y el pozo se encuentra a ras de suelo y sin nada que impida acceder y precipitarse dentro de él.
"Mina el Azogue sin protección"


"Interior mina el Azogue"

La bajada por el cuestarrón hay que hacerla igualmente con mucho cuidado por riesgo de caída por resbalón. La pendiente es fuerte y el terreno no demasiado adherente. Los bastones se hacen muy recomendables, ya que, en esta época hay cierta humedad, sobre todo, si tenemos en cuenta que el día anterior había estado lloviendo con fuerza en la zona.

"Bajada por el cuestarrón"

Retomamos nuestros pasos hacia la Mina “Julio César”, a 0,7 km. A mitad pasamos junto a una calera en el Paraje “los 4 Amigos”, un horno cuyo objeto era la obtención de cal a partir de la roca caliza. Debido a la gran demanda que antaño existía de este producto, podemos encontrar restos de caleras en ruina, desperdigados por toda la Sierra de Gádor y otros terrenos calizos del municipio. La cal era uno de los elementos más reconocibles del paisaje alpujarreño. En estos procesos artesano-fabriles se llegaban a alcanzar temperaturas de 1000°C. 

Aquí se encuentra nuestro sendero con el PR-A 337 “Los Lavaderos” discurriendo juntos durante unos metros. Ya vemos ahí mismo el cartel de la Mina “Julio César” y la inscripción con pintura blanca junto a la entrada.


"Inscripción Julio Cesar"


Este agujero es horizontal, una cueva que recorremos durante no más de 40 metros porque no íbamos provistos de frontales ni más fuente de luz que la linterna de los móviles. Insuficiente para adentrarnos con seguridad en un mundo de oscuridad. Además, había agua en el suelo y en la pared, filtraciones, ha sido temporada reciente de lluvia y apreciamos mayor riesgo de desprendimientos. 
"Interior Mina Julio Cesar"

"En la entrada de la mina Julio Cesar"

Las vistas de Murtas vuelven a ser presidenciales desde aquí. 
"Vistas de Murtas"

Continuamos adelante hacia la Mina “La Esperanza”, otro agujero horizontal a cuya boca sólo nos asomamos. Nos entretenemos más en el pequeño complejo de dependencias que hay junto a ella, con pequeñas cuevas que podrían servir de almacén y con interesantes detalles de obra. 
Para llegar a ella hay que desviarse poco menos de 150 metros a la derecha, tras pasar otro pozo vertical, con protección, pero también con una zona muy expuesta. 
"Pozo vertical con protección metálica"

Advierto mucho sobre el riesgo de muerte, más allá que el de caída, pero también es cierto que desplazándonos con seguridad y sentido común, los riesgos específicos deben quedar prácticamente eliminados. 

Volvemos sobre nuestros pasos y seguimos ascendiendo hacia la cuarta mina, “La Memoria”, junto con otro complejo de restos de dependencias. Túnel abovedado horizontal con restos de raíles para carretillas. Imponentes contrafuertes de piedra sobre la máxima pendiente. Excelente panorámica. 
"Mina la Esperanza"

A esta hora comienza a empeorar el pronóstico del tiempo y a caer alguna gota, apenas una ligerísima llovizna durante 4-5 minutos, hasta que llegamos a la escombrera donde dejó de caer ya para todo el día. Los miles de toneladas que debe haber de material se me hacen incalculables. El paraje sobrecoge, su dimensión, el color, la luz, la pendiente, lo pasado, la huella, el camino, los perros, cada uno por su lado, la semana pasada enamorados en el Alfaro. 
Flanqueamos toda la escombrera, ganando altura, dejando atrás todo un universo de agujeros, abandonando nuestro sendero PR-A 336 que continua hacia la Mina Benito. 


"Escombreras y complejo minero El Segundo"

"Escombrera por la que discurre el sendero"

Al norte de esta mole gris de material de desecho se localizan los Lavaderos de flotación de fluorita de El Segundo, en las Minas de Almagrera, un enorme conjunto, el mayor de la zona, al que llegamos a campo través con relativa facilidad. 

Nada más alcanzar la primera explanada unos perros de raza mastín salieron a nuestro encuentro desde unas casas abandonadas y se acercaron ladrando hasta cierta distancia. A mí me dio miedo, ya hemos tenido varias experiencias complicadas con perros y es mejor prevenir estas situaciones. Este hecho hizo que por mayoría de votos decidimos optar por evitarlos, máxime cuando nosotros íbamos con dos mascotas mucho más pequeñas, y por ello nos alejamos de los perros subiendo al primer piso del complejo minero. Más a salvo tuvimos tiempo de contemplar los restos de una actividad minera de hace apenas 50 años, admirar la grandeza de las obras y valorar la importancia del yacimiento antes de comenzar a plantearnos el regreso. 
"Complejo El Segundo"

"Cartel complejo minero El Segundo"


Para dejar atrás los Lavaderos, optábamos por bajar bordeando las primeras casas abandonadas, las de los perros , en busca de sendero PR-A 336, o bajar directos a trochamonte hasta el cauce de la Rambla de Castala, puesto que sabíamos que siguiendo su curso encontraríamos el sendero en un par de cientos de metros. Tiramos con cuidado hacia un murete que había abajo en la rambla (1200msnm) cuando nos dimos cuenta de que uno de los acompañantes, Mahoney, comenzó a seguir unas cabras de raza Cotera, lo que le estaba haciendo perderse por el monte. Por suerte, enseguida escuchamos su ladrido y lo localizamos casi 200 metros más arriba. Tuvimos que volver a cambiar los planes y subir a trochamonte a su encuentro, ya que no obedecía a órdenes, lo que supuso tener que plantear la bajada por la pista (1330 msnm), que la teníamos a pocos metros, y olvidarnos del sendero PR y de la Mina “Benito”.

Otra versión de las “Minas de Berja” –nos dijimos-, con desniveles y distancias añadidos, diferentes panorámicas y más descubrimiento y buena onda, como siempre. 

"Mirador"
Bajando por la pista nos encontramos con un mirador sencillo, que desconocíamos, después de haber atajado por el monte en la primera curva. Más adelante nos desviamos otra vez para acercarnos hasta la pista de lanzamiento de la Estación de Vuelo Libre de El Zarzalón. 

Dejamos también atrás el parapente en continuo descenso a campo través, por terreno algo suelto y un último tramo algo aéreo y expuesto hasta llegar al talud de la pista, obstáculo de 2 metros que tenemos que superar. Otros han encontrado un mejor acceso a ésta.

Hasta Castala continuaremos ya sin ningún desvío ni atajo más, encontrando en el camino varios caprichos geológicos de gran belleza y una zona de escalada muy cerca de los coches. 

Recordad: 
La duración del itinerario se puede acortar en más de una hora tan sólo eliminando paradas y tiempo de documental. 
Recomendables bastones, calzado adecuado y luz frontal. 
Necesaria agua para todo el recorrido. Y protección solar adecuada a las condiciones estacionales. 

Disfruta del monte recogiendo restos, no dejándolos. 
¡¡¡ BUEN CAMINO !!! 

sábado, 24 de febrero de 2018

ASCENSION AL MORRON DEL MEDIODIA POR EL CORREDOR CENTRAL (2.756 m)

El Morrón del Medio Día, con una altitud de 2.756 m, se localiza en el macizo montañoso de Sierra Nevada, concretamente en la parte Oeste del Puerto de la Ragua. 


Sábado 24 de Febrero de 2018. 
Para afrontar esta nueva aventura decidimos establecer el punto de encuentro en La Calahorra, una pintoresca localidad de la comarca de Guadix (Granada) situada en la falda Norte de S.Nevada y la cual es la puerta de acceso al puerto de La Ragua por la cara Norte.

 Imagen del castillo de la Calahorra, de estilo renacentista. Siglo XIV, D.C.
Fuente: www.flickr.com Autor: Stephane Seco Licencia CC: BY-NC 2.0
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Llegamos sobre las 7:30 de la mañana. Lo primero, por supuesto, un buen almuerzo donde comentar la ascensión que teniamos en mente. La mañana se presenta fría y con brumas pero las previsiones son buenas para la hora de la ascensión, la cual estimamos que será sobre las 10:30 aprox. 
Partimos desde La Calahorra a las 8:00 y tras una media hora de coche llegamos al puerto de La Ragua. Cargamos la mochila y emprendemos la marcha a pie dirección Oeste hacia el refugio Las Chorreras, tomando para ello el sendero GR-240 (más conocido como sendero Sulayr).

Refugio de Las Chorreras

Tras aproximadamente 3 km de recorrido llegamos al refugio en donde decidimos hacer un “stop” para preparar el equipo de ascensión y como no, visualizar la ruta de ataque que seguiremos hasta la cima.

Alternativas de ascension. Fuente: "Montañas del Sur".

Después de tomarnos un tiempo estudiando y valorando el terreno, el estado de la nieve, condiciones atmosféricas y por tanto el mejor itinerario de ascensión optamos por subir a través del corredor central. Seguramente el más asequible y seguro de todos.

Alucinando con lo que nos queda por delante.

Como se observa en las fotografías el cielo está totalmente despejado y el sol luce con fuerza lo que hace que el día se presente perfecto para disfrutar de una ascensión agradable.

Comenzamos.
El comienzo se nos hace duro y pesado debido a la nieve blanda que se hunde a cada paso que damos, pero no por ello nuestras ganas se vienen a menos. Así que activamos el “modo Oruga” y vamos avanzando poco a poco. Tras subir unos 200m de desnivel, la nieve empieza a compactarse algo más y ahora si ya no hay quien nos pare.

Jesús marca el ritmo.

Ahora toca relevo y Jose coge el mando.
El tiempo y estado de la nieve fabulosos, así que nos tomamos nuestro tiempo para hacernos algunas fotos y contemplar el paisaje que se nos muestra ante nuestros ojos así como los escasos 200 metros de desnivel que nos quedan para coronar. 

Otra foto, que el día lo merece.

Duras y verticales rampas que nos toca afrontar




Finalmente…objetivo conseguido.

Cumbre del Morrón del Mediodía. Al fondo el Morrón Sanjuanero.

Tras una hora y media de caminata hasta el refugio Las Chorreras y dos horas de ascensión por el corredor central, llegamos a la cima en donde la panorámica una vez más nos deja maravillados.

Vistas hacia el Picón de Jérez
Jesús conquistando la cima.

Ahora es el turno de Jose.

Después de tomarnos unos minutos de respiro, hidratarnos y comer algo, volvemos a emprender el camino rápidamente, ya que nuestro siguiente objetivo es bajar por la cuerda en dirección Este hacia el Morrón San Juanero (2.609m). Para ese momento hemos sobrepasado el medio día y nos acercamos a las 14:00 de la tarde, hora en la que según nuestras previsiones, una pequeña borrasca entraría por el Sur, como se observa en las fotografías una cortina de nubes se nos echa poco a poco encima. 

Nubes Crecientes
Avanzamos rápido con intención de poder llegar lo antes posible al Morrón cuya distancia en tiempo estimábamos en una hora y media pero pronto nuestro gozo en un pozo, las nubes se adentran cada vez más rápido y la visibilidad comienza a ser cada vez menor por lo que decidimos abortar misión. Cabe recordar que una regla de oro en la alta montaña es preveer cualquier situación y anticiparse a ella. Las previsiones se complican y decidimos no hacer cima en el Morrón Sanjuanero y bordearlo por su flanco norte. Comenzamos la bajada y tras un km de camino, la Sierra nos vuelve a recompensar una vez más con una imagen increíble, una caballería de unos diez caballos salvajes pastando a su antojo.


Caballos salvajes.
La senda nos conduce a través de estos magníficos seres que tras escrutarnos con sus grandes ojos y examinarnos de arriba abajo siguen con lo suyo sin importarles en absoluto las nubes crecientes.

Tras hora y media de descenso volvemos a tomar el sendero Sulayr dirección Este hacia el puerto de La Ragua y tas algo menos de una hora llegamos al coche, algo cansados pero con la gran satisfacción de a ver disfrutado una vez más de estas montañas únicas en Europa.



OBSERVACIONES:

  • Imprescindible el uso de crampones y piolet en cualquier ruta sobre corredores o con nieve dura/hielo.


  • Es necesario prever con antelación cualquier salida, analizar las condiciones del tiempo y realizar cualquier ruta con el material adecuado


Hay bonitos recuerdos que merece la pena destacar, así que nuestro pequeño homenaje a este precioso entorno.

POESÍA A LA SIERRA, LA BELLA
Sierra nevada
Nunca será olvidada,
bajo el horizonte
corona Granada.
El Mulhacén con su esposa la Alcazaba
protegen a su hijo el Veleta
desde una posición alzada.
Durante las nevadas, 
en las noches claras 
la luna llena cierne un manto de pena
por los montañeros muertos en ella.
El águila real planea los
Valles por los que fluyen pequeños ríos.
Y en el deshielo los pequeños ríos 
se hacen grandes y fríos.
En el verano las cabras
se protegen en el umbral
se mantienen rígidas y fuertes como un pedestal.
En la primavera, el rocío
mojas las mañanas
y producen las ganas
del montañero que irá a visitarlas.
En el verano los frutos adornan los
pulmones de sierra nevada
que producen la alegría 
de unas tierras frías.
En el otoño
las hojas marrones y sabias
caen al suelo que pronto
será cubierto
por un manto bello
de unas nieves
que siempre se mantienen.

Autor desconocido